Por Carlos Iurchuk
El 3 de diciembre de 1991, en un campo de la localidad de Navarro, provincia de Buenos Aires, perteneciente al Sr. Horacio Conde, por aquel entonces presidente del bloque radical del Consejo Deliberante de esa ciudad, se descubrieron varias marcas en el pasto . Tres días después de este hecho, el peón Miguel Peralta observó en horas de la noche una luz verde muy intensa, de forma alargada, que estaba a una altura relativamente baja. De ella notó que salieron siete luces blancas más pequeñas, que empezaron a hacer una especie de reconocimiento del campo. Inclusive, estas luces se estacionaron en el aire y lanzaron una especie de rayos hacia el terreno, lo que llamó mucho la atención. Peralta se asombró porque las luces fueron y vinieron por todo el campo y hasta pasaron el arroyo que los divide. Este avistamiento duró alrededor de 30 minutos. Peralta no pudo observar si las luces pequeñas regresaban o no a la luz verde porque, repentinamente todas se apagaron.
El 8 y el 11 de diciembre también se vieron luces sobre el campo. Entre los testigos se encontraban Alberto Brunetti y Rubén Buscaglia, junto con integrantes del Grupo Investigador de Fenómenos Aéreos Desconocidos (GIFAD).
El 16 de diciembre un grupo de la Fundación integrado por Luis Burgos, Pablo Romay, Diego Diaz, Enrique Vaio y quien les escribe, fue a constatar lo que ocurría en el lugar. Luego de un accidentado viaje y después de hablar con Peralta, quién nos ratificó su avistamiento, verificamos la existencia de las huellas, que sumaban alrededor de 60. Las mismas tenían forma de aro, óvalo, ocho y herradura. Todas muy pequeñas, de un diámetro de 1 a 6 metros.
Las huellas estaban compuesta, en su mayoría, de pasto seco, lo que producía un gran contraste con el resto del terreno. Las restantes, por el contrario, se componían de pasto mucho más verde. Lo que también producía un contraste pero no tan pronunciado como en los casos anteriores.
Con respecto a las huellas en forma de herradura, es el caso Nº 18 donde aparecen. Inclusive una de ellas se encontraba debajo de un alambrado. Lo que daría a entender de que el OVNI aterrizó sin tocar el terreno. Luego, sería un cuasi aterrizaje, esto es, se detendrían a 1 o 2 metros del suelo.
Durante la noche permanecimos en el campo con la esperanza de poder ver algo, pero con resultado negativo. También nos acompaño la gente del GIFAD y el investigador Juan Carlos Spadafora.
Navarro se convirtió en el segundo caso más importante después de Atalaya, en la provincia de Buenos Aires, debido a la cantidad de huellas. De este último nos ocuparemos más adelante.
Finalmente, debemos destacar la buena predisposición del Sr. Conde, dueño del campo, ya que su actitud fue fundamental para realizar la investigación.
Comments :
0 comentarios to “Navarro - Buenos Aires (3 de diciembre de 1991): Aparición masiva de huellas.”
Publicar un comentario