Villa Ventana – Buenos Aires
7 de abril de 2007
Date: Thu, 25 Oct 2007 17:51:30 -0300
From: "Lasa, Pablo" <grupogabie@yahoo.com.ar>
Hola Carlos, un gusto saludarte. Mi nombre es Pablo Lasa y soy visitante a diario de tu pagina web, recibiendo todos los meses los boletines de ovnilogía. Y somos miembros, al igual que vos, de la lista Planeta UFO.
Te escribo, a raíz de un hecho que nos sucedió a mi amigo Ariel y a mí, en Semana Santa de 2007 en Villa Ventana – provincia de Buenos Aires. Si bien antes de que nos pasara esta experiencia creíamos en vida extraterrestre, como astrónomos aficionados que somos llegas a la conclusión de que efectivamente es así. Y a partir de ese momento que cuando vamos a observar, no esperamos ver sólo estrellas.
Este hecho del cual fuimos testigos "en primera persona", fue por nuestro interés contado primero a la gente de Visión Ovni por medio de una entrevista y publicado luego en su página web y comentado después en su programa de radio. El hecho también fue levantado por Luis Burgos en su web de la FAO y comentado en el programa de Elizabeth Ramírez en Rancagua, Chile.
Ya que para Ariel y para mí, nuestro único interés es que este fenómeno se conozca y se divulgue, quiero hacerte extensiva nuestra experiencia para que la publiques en Dragón Invisible, si es que lo consideras oportuno.
Cualquier otra dato que precises, estamos a disposición.
El relato de la experiencia vivida aquella madrugada del 7/04/2007 es el siguiente:
Relato:
En Semana Santa del 2007 (5 al 9/04), tuvimos la idea de ir con mi mujer y la familia de mi amigo Ariel a pasar unos días a Villa Ventana, distante unos 580 kilómetros de Capital Federal. Alquilando una cabaña en el extremo oeste de la misma. Nuestra idea, como aficionados y amantes de la Astronomía, era la de llevar a cabo una observación de campo, que nos permitiera observar objetos Messier de magnitud >=6, ya que ese es aproximadamente el limite observable en una ciudad, debido a las luces que distorsionan y que hacen imposible la misma en ella.
Dicha observación se dividió en tres días (la noche del jueves, del viernes y del sábado): En la segunda noche, después de observar estrellas y galaxias con nuestro telescopio y prometiendo ser una noche de puro aprendizaje astronómico, ocurrieron dos incidentes que paso a relatar y que por este motivo Ariel y yo decidimos suspender la misma para la noche siguiente. Podría decirse por temor o desconocimiento de los sucesos. Y más que nada por nuestra seguridad:
1er Incidente
Aproximadamente 1:30 hs del sábado 7/04, después de observar y fotografiar los objetos astronómicos, oímos que nos ladraba un perro como a unos 100 metros. No lo vimos aparecer, simplemente nos empezó a ladrar. Sin darle importancia hasta ese momento, ya que el perro jamás se nos acercó, nos sentamos con Ariel en la mesa de campaña para consultar en la notebook, el Skychart y de esta manera seguir planificando la observación, que hasta ese momento era excelente. 5 minutos después, el perro se fue y no hubo más ladridos, cuando aproximadamente a las 1:40 hs, a unos 9 kilómetros de distancia hacia el sur dos esferas ovaladas (una atrás de la otra) de color blanco intenso (con la intensidad del brillo de Venus o Júpiter), atravesaban el cielo en dirección este y luego con un giro instantáneo de 100 grados se perdió en el horizonte, hacia el mar, acelerando su velocidad, de modo que todo el fenómeno ocurrió en no más de 7 segundos...
La verdad, no podíamos creer la experiencia que habíamos tenido. Tratando en todo momento de buscar una explicación lógica de objetos conocidos (conocemos por reiteradas observaciones todo tipo de fenómenos astronómicos como meteoros, cometas, satélites, aviones, globos meteorológicos, etc.). No pudimos encontrarla, por lo cual asumimos en silencio la verdad que se nos había revelado, fuimos tratando de calmarnos tomando aire y respirando profundo.
Habíamos sido testigos presenciales de una flotilla OVNI. La diferencia es que nosotros teníamos la cabeza puesta en la observación astronómica, y por esta causa, no pudimos volver a concentrarnos en ella.
Haciendo un esfuerzo mental para apartar los miedos y la experiencia vivida, Ariel comenzó a buscar en la constelación de Carina, el Cumulo de Eta Carinae (uno de los objetos más hermosos vistos con telescopio de aficionado). Al contemplarlo con el instrumento, nos volvió cierta calma.
Cuando ya todo parecía indicar que había sido un hecho aislado, y podríamos continuar con nuestro plan, apareció el segundo incidente, más directo y determinante para nuestro plan de observación, que paso a relatar.
Foto satelital indicando el lugar y la trayectoria de los dos incidentes ocurridos, en donde también se encuentra el punto de observación.
2do Incidente
Aproximadamente 1:50 hs, al terminar de contemplar Eta Carinae, y mientras Ariel barría el Centauro, me pareció raro ver aparecer de un instante al otro, lo que yo suponía hasta ese momento era una estrella al ras del horizonte, exactamente por el sur. La misma aparecía entre el Cerro Tres Picos y el Cerro La Carpa, en el valle de unión entre las dos montañas. Me parecía extraño su color, era más brillante que otras estrellas. Me pareció muy curioso esto, y por este motivo continué mirándola fija, cuando no podía creer lo que empezaba a ocurrir. La supuesta estrella se empezó a balancear de izquierda a derecha, en movimientos poco violentos y muy cortos. Creo que entré en pánico.
Al decirle a Ariel para que mire, éste la miró y trató de buscarle la razón lógica. Me comentó que podría ser por un efecto de la luz, que al estar tan bajo el objeto, tendría que atravesar una gruesa capa de atmosfera su imagen para poder ser visible, y por este motivo distorsionaba, pareciendo balancearse. Este argumento me convenció en un principio, mientras la supuesta estrella se seguía balanceando (la refracción de la luz al atravesar la gruesa capa de la atmosfera produce aberraciones en la visión, ocasionando un titilar más pronunciado que lo normal. Lo cual parecía a primera impresión un movimiento). Hasta que Ariel tuvo la idea de observarla con el telescopio. Cuando éste está a punto de poner el ojo en el ocular y ante mi atenta vigilancia, dejó de moverse. Al segundo, Ariel me dice: "...No se mueve Pablito..." No se movía porque había dejado de moverse justo en ese momento!!
Miré yo también por el ocular y noté varias cosas muy raras: El objeto era redondo, no brillaba como estrella, en la parte superior tenia un haz de luz verde y en la inferior otro de color rojo. Y lo más raro de todo, no podíamos hacer foco con el telescopio. Era muy borroso en el ocular. Esto quizás podría significar que el objeto observable en cuestión se encontraba a una cierta distancia no muy lejana del punto de observación, es decir, donde nos encontrábamos nosotros.
Todo trascurría como en una cámara lenta. Cuando tuve un segundo de lucidez ante tantas señales, comencé a filmarlo como pude sin siquiera pensar que al ser un objeto pequeño, necesitaba más entrada de luz para que salga filmado. Cuando dejé de filmar, le comento a Ariel de no prender ninguna linterna, ni mucho menos hacerle señales luminosas al objeto sin identificar, para que no se mal interprete como señales amistosas (he leído que muchos casos de abducción comenzaron así). Y justo cuando estamos hablando de esto entre nosotros, decido mirar otra vez hacia el lugar donde se encontraba el objeto, con la sorpresa de que este no estaba más, había desaparecido. Al mirar Ariel, éste ahora se convenció al igual que yo, de que habíamos tenido un segundo incidente, y en la misma noche.
Tras deliberar unos pocos segundos, sin saber cómo proceder, decidimos levantar el puesto de observación. El pánico nos cercaba, y nos había sacado de contexto, ya no nos acordábamos de la formidable observación de objetos astronómicos contemplados esa noche.
Estos dos hechos habían superado todas nuestras expectativas, y es por eso que a las 2:00 hs terminamos de cargar todo en el auto, y nos fuimos... con la luces del coche apagadas. La noche se había opacado, la luna ya no brillaba y se había levantado viento. Y aunque esto pareciera poco, los teros chillaban.
Al llegar a la cabaña, Ariel me hace una revelación que sólo hace confirmar aún más lo observado: "..Pablito, acabo de darme cuenta que las estrellas no salen por el sur. Todas salen por el este y se ponen por el oeste..."
Crease o no, esto es lo que nos pasó. No tengo otra prueba que mi palabra. No tengo dudas de lo que hemos visto. Soy aparte de aficionado a la astronomía, andinista y tengo muchísimas noches en la montaña como para saber que lo vivido en Villa Ventana (a 17 kilómetros de Sierra de la Ventana) nunca me había pasado y que no era un fenómeno natural.
Saludos, PML
Villa Ventana – Buenos Aires
7 de abril de 2007
Actualización
Carlos Alberto Iurchuk
La Plata – Argentina
En la mañana del sábado 15 de diciembre de 2007, los protagonistas de estos avistamientos, Pablo Lasa y Ariel Coppola, tuvieron la gentileza de visitarme en la ciudad de La Plata. Me obsequiaron un video donde Pablo describe en el lugar de los hechos lo que observaron. El mismo fue grabado dos días después de lo ocurrido.
A continuación podrán bajarse el video en formato RealMedia.
Pablo Lasa – Ariel Coppola
Villa Ventana – Buenos Aires
(1,08 Mb)
Observando el video.
De izq. a der.: Pablo Lasa, Ariel Coppola y Carlos Iurchuk.
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